Uno de los principales retos de los fabricantes es adaptar su producto a BIM (Building Information Modeling). Se trata de un proceso inteligente basado en modelos 3D que brinda a los profesionales de la arquitectura, ingeniería y construcción (AIC) la visión y las herramientas para planificar, diseñar, construir y administrar edificios e infraestructuras de manera más eficiente.
Ya lo hemos definido pero lo normal es que no hayamos entendido las implicaciones. A nivel privado se esta extendiendo el uso de BIM en los estudios de ingeniería y arquitectura, pero es que a nivel público ya se está obligando o premiando la utilización de BIM en las licitaciones públicas.
Las administraciones están siguiendo la recomendación de la Directiva Europea de Contratación Pública 2014/24/UE que establece la necesidad de emplear sistemas electrónicos (medios de comunicación y herramientas para modelar los datos del edificio) en procesos de contratación de obras, servicios y suministros a partir de septiembre de 2018. Puedes leer más en este breve artículo.
Las empresas del mundo de la construcción no son las únicas que afrontan un proceso de reconversión. Aunque en menor medida, los fabricantes de productos para la construcción también se ven afectados. Para ellos es importante participar como proveedores en grandes proyectos que, previsiblemente, se desarrollarán en BIM. Por desgracia lo más probable es que en esos proyectos solo sean considerados los fabricantes que proporcionen versiones digitales BIM de sus productos.
En Mozing Studio tenemos experiencia adaptando producto a formato BIM. Sabemos que los ingenieros y arquitectos necesitan todo tipo de información técnica en los productos BIM, pero eso no es suficiente. Los productos también se representan visualmente y en Mozing Studio asignamos materiales y texturas para que los productos se muestren de la mejor forma posible.
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